Juan Martín Moye nació en
Cutting (Francia) el 27 de enero de 1730.
Sexto hijo de una familia, sus padres, le iniciaron en el
conocimiento de Dios, el amor a los pobres y la devoción de Cristo.
Juan Martín Moye sintió la llamada al sacerdocio; y se preparó en
las Universidades de Pont à Mousson y Estrasburgo; su actitud de abandono
incondicional en Dios Providencia, le fue confiriendo poco a poco energía,
alegría y seguridad.
Fue ordenado sacerdote el 9 de marzo de 1754, participó en el
sacerdocio de Cristo siendo amigo de Dios y de los hombres. Su gran rectitud le
condujo a buscar ante todo la verdad, valorando más el ser que el parecer.
Se distingue, desde los comienzos de su apostolado, por un notable
espíritu de iniciativa. Juan Marín prefiere el medio rural, lo conoce y sabe
que es el más abandonado en todos los órdenes.
Este conocimiento y la preocupación que le causa le llevan a
buscar jóvenes que quieran entregar su vida al servicio de los demás en un total Abandono en manos del Padre, al
que confiarán sus cuidados
El Abandono en Dios Providente fue una actitud muy importante en
su vida.
RASGOS IMPORTANTES DE SU
VIDA
§
Desde
pequeño aparecen en él una gran piedad y modestia.
§
En
su preparación para sacerdote puso todo su espíritu de fe y su ferviente amor
de Dios.
§
Su
madre le aconseja: “Ama mucho a Dios y piensa en los demás”. Hizo de estas
palabras el lema de su vida y descubrió
que el apóstol debe dar a los demás a Dios, y no así mismo.
§
Vivía
pobremente por amor a la pobreza de Cristo. Decía: “Dios me ha dado la gracia de amar la vida pobre”
§
Trabajó
por la educación de los niños pobres, sobre toda de las niñas.
§
Sus
proyectos los consultaba con el Señor en
la oración, pedía consejo a sus superiores y espera dócilmente la hora de la Providencia.
§
Su
piedad y humilde sumisión a la voluntad de Dios siempre le hacían triunfar.
§
Fundador
y gran misionero en China.
§
Fue
un hombre sacrificado, de oración y de humilde obediencia. Se le puede comparar
con los grandes apóstoles de Cristo.
§
Llevó
con entusiasmo la dirección de las Hermanas, lo que no le impidió dejarlo en
manos de otras personas cuando marchó a China.
§
A la
vuelta de China reanuda su entrega a las
Hermanas animándolas, y trabaja incansablemente en la predicación de misiones
parroquiales.
FUNDADOR
Juan Martín Moye descubre el abandono en que se encuentran los
pueblos y aldeas de su tierra lorenesa, la ignorancia de sus habitantes y sobre
todo, la falta de atención a la educación de los niños (principalmente de las
niñas por ser las más abandonadas) y de los enfermos.
Queriendo poner remedio a la incultura y a la falta de formación
religiosa de aquellas gentes, concibió el proyecto de enviar muchachas jóvenes generosas que,
movidas, como él por una confianza en Dios y total Abandono a su Voluntad,
dedicaran su vida a los más pobres y más abandonados de la Sociedad.
Su Proyecto era totalmente nuevo y atrevido:
·
Elaborar el proyecto de las escuelas,
·
Aceptar el enviar una maestra sola
-
sin dinero
-
sin pensiones
Después de ocho años de oración y reflexión, el
14 de enero de 1762, se abrió la Primera
Escuela. Así nació la Congregación de las Hermanas de la Providencia.
Dios concedió a J.M.Moye y a Margarita Lecomte,
primera Hermana de la
Providencia , el don de la audacia, el optimismo y la valentía.
El apoyo en Dios
Providencia fortaleció al Padre Moye para superar todo tipo de dificultades, y
pide a las Hermanas que vivan el Evangelio en cuatro dimensiones específicas
ü
Abandono en la
Providencia.
ü
Pobreza
ü
Sencillez
ü
Caridad
MISIONERO
El abandono en el Amor
de Dios y la experiencia de éste como un Padre bueno y providente, impulsaron a
J.M. Moye a entregarse al “otro” poniendo enteramente su vida en quien es
vigor, origen, meta de la existencia humana.
Fue un gran misionero
en China, durante sus largos viajes y en las peripecias de su labor misionera
siempre depositó su vida en manos de Dios Providencia.
Fundó el Instituto de
Vírgenes Chinas, fue el precursor de la Santa Infancia , combatió la
usura, y promovió la formación de la mujer.
APOSTOL
Ya en Francia refuerza
la obra de las Hermanas.
Predica misiones
parroquiales
Cuidando a los
soldados enfermos en Tréveris es contagiado por el tifus y muere el día 4 de
mayo de 1793.
Siempre fue el
peregrino en busca del Dios vivo, que sale al encuentro de la persona humana.
Fue beatificado por Pío
XII, el 21 de noviembre de 1954.
Juan Martín Moye
indica un camino: seguir con espíritu de fe y confianza en la Providencia , un estilo
de vida encarnada en la vida cotidiana con las siguientes actitudes:
ABANDONO EN LA PROVIDENCIA
SENCILLEZ
POBREZA
CARIDAD
SU
ESPIRITU
·
Su espíritu
parte de una vida enraizada en la
Palabra de Dios; de los documentos eclesiales y de una
ferviente oración.
·
El evangelio en
el que apoya su vida y trata de inculcarnos es el evangelio de Mateo 6, 25ss.
·
Se sumerge en la
admiración a Dios que le lleva a adorarlo, a buscar su rostro y a servirlo con
locura.
·
Todo para mayor
gloria de Dios y bien de los hermanos (Rom. 8,28)
·
Como María
realiza todas las cosas a la luz de la Palabra de Dios, descubre la Providencia en su
propia historia y acontecimientos del mundo.
·
Dócil al Espíritu
y atento a la vida y sensible a las necesidades espirituales y materiales.
Consciente de la dignidad de la persona, hace, hace su proyecto para la
educación de la juventud y niños/as más desfavorecidos.
·
“Nada es tan grande e importante como la educación de
la juventud”
ORACIÓN
§ Oración al Beato J. Martín Moye
Oh bienaventurado Juan Martín Moye, tú que por los
ejemplos de tu vida y el constante ejercicio de virtudes heroicas has merecido
la gloria de los que la
Iglesia honra con un culto especial, recibe nuestros
homenajes y confiadas súplicas.
Sé nuestro poderoso intercesor cerca de Dios, a fin
de que crezca y prospere en número y en fervor la Familia de las Hermanas de
la Providencia ,
nacida de tu corazón desbordante de amor a los Sagrados Corazones de Jesús y de
María.
Alcánzanos las gracias que solicitamos para
nosotras y especialmente la de vivir aquí abajo en la práctica de las virtudes,
cuyo vivo símbolo quedas entre nosotras, a fin de que un día merezcamos unirnos
a ti en el cielo. Amén.
§ CANCION: Confía en el Señor
Confía en el Señor,
con todo el corazón (bis)
Abandónate en sus
manos
abandónate en sus
manos, su Providencia cuidará de ti. (bis)
1.
Sin
reserva y sin retorno me abandono en ti Señor, cumpliré lo que Tú ordenas qué
magnífico es tu Amor.
2.
Te
doy gracias, Providencia por tu tierna compañía, en ti pongo mi esperanza,
¡aleluya, aleluya¡
“Dios mío os adoro con todo el respeto y
humildad…”
"Su amor a Dios le brota de un “corazón
de fuego…”
“Permaneced en Jesucristo y El
permanecerá en vosotros y daréis fruto”
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