"CconC" UN BUEN FESTIVAL

Después del gran esfuerzo de todos, organizadores y artistas, podemos decir que el festival fue un gran éxito. Fue una buena noche, fue un buen festival. Por el ambiente alegre, por los numerosos asistentes, por los que colaboraron desinteresadamente, por los fantásticos artistas y por la generosidad derrochada, que nos hicieron pasar un rato agradable a todos: a los que actuaron y a los que asistieron.
Alguien en los comentarios decía ¡“que “peazo” de festival” pero, nosotros añadimos, y ¡ “qué “peazo” de artistas”
Los presentadores con su gran acierto, nos fueron situando en el país de África, y en concreto en la Misión de las Hermanas de la Providencia, enlazando con las actuaciones de los artistas que nos comunicaban su alegría.
Se demostró la gran profesionalidad de los grupos; la “Peña flamenca” de Campanario, con una gran variedad de actuaciones y de los guitarristas Pedro Ponce y Romero de Badajoz; de los “Cómicos” que nos hicieron reír, de grupos de madres con sus canciones maravillosas, no faltaron las canciones extremeñas con “el aceitunero y la jota de la Zarza”; los poetas no podían faltar entre los artistas. Y como no; resaltar la escolanía parroquial que como nos decían los presentadores cantan como verdaderos ángeles.
Con su simpatía y salero, dos niños nos contaron “las cosas de nuestro pueblo”, y para terminar el taller de Cáritas con su canción nos quisieron transmitir que el amor es tender la mano al necesitado.
Desde aquí damos las gracias a la Piscina municipal y al Ayuntamiento, que nos ha facilitado desinteresadamente todos los medios necesarios, a los artistas, asistentes, a los organizadores y a otras muchas personas que han apoyado para llevar a cabo el festival.

FESTIVAL BENEFICO

Te invitamos a pasar unas horas agradables en la que disfrutarás de:
-Cante flamenco con: Chari, Cati Maximiano, Juani, Paco Canela acompañados del guitarrista Pedro Miguel Ponce.
-Dúo humorístico de Mérida “Cómicos Crónicos”.
-Grupos: “Unidas para la ocasión” con canciones variadas.
-“Nuevo Trigal Folk” con canciones extremeñas.
-“Flor de Jara”.
-“Las chicas del taller”.
-Recital de poesías a cargo de José Huertas.
-Coro escolanía parroquial “Pueri Angelorum”.
-Representación de “las cosas de mi pueblo”.
Todo ello acompañado de mucha alegría y arte.

¡TE ESPERAMOS. NO FALTES¡
Ya sabes, el sábado, día 19 a las 22 horas en el Bar-Restaurante de la Piscina de Campanario.

Una nueva NECESIDAD

Introducción:
Sabemos, que por la crisis económica todos estamos pasando por un mal momento, pero los hermanos cuando más se tienen que ayudar es en las malas situaciones.

La Situación:
En el barrio portuario de Zogbo, ciudad de Cotonou (Benín) hay mujeres con hijos que padecen situaciones de abandono, explotación, maltrato y prostitución. En la mayoría de los casos son madres solteras que de manera penosa se ven obligadas a buscar el alimento para ellas y sus hijos.

La Respuesta:
La Hermanas de la Providencia de GAP, que llevan 50 años en esa misión de Benín promocionando a las mujeres, necesitan ahora de nuestra ayuda. Ya tienen el terreno para llevar a cabo un gran proyecto, pero la obra es muy cara.

El Proyecto:
La construcción de un edificio con doble utilidad: para los niños sería usado como guardería y escuela de párvulos y para las mujeres como local de alfabetización y formación. De esta manera se aliviarían las dificultades de las madres abandonadas y se ofrecería condiciones favorables para el desarrollo y la educación de sus hijos.

50 Años en BENÍN (África)

En 1.958, Pío XII lanzó una llamada para la evangelización del continente africano. Nuestra Congregación respondió afirmativamente y las tres primeras Hermanas misioneras, acompañadas por nuestras Superioras, llegaron a DANGBO el 15 de agosto de 1960. La Virgen las guió y el pueblo las acogió con entusiasmo. Dios en su Providencia envió más Hermanas para que la misión fuera sólida y el Carisma, legado por nuestro Fundador Juan M. Moye, se prolongara hasta nuestros días.

En la Misión había un sacerdote, varios catequistas y familias católicas. La gente de allí era pobre, honrada y trabajadora y acogieron con entusiasmo a las Hermanas, porque eran enfermeras, maestras y catequistas que estaban siempre disponibles y a su lado. Lo que más sorprendió a las Hermanas fue constatar que la escuela era para chicos y las chicas se quedaban en casa ayudando a la madre, en el campo o vendiendo los productos cultivados. Pronto se dieron cuenta de que la mujer estaba marginada.

Comenzaron a visitar casas y pueblos vecinos intentando convencer a las madres de familia para que dejaran ir a sus hijas, mayores de 15 años, a un "Centro de Promoción de la Mujer" que crearon en la Misión para que aprendieran a leer, a escribir, corte y confección y fabricación de conservas. Todo costó al principio, pero ante sus ojos se abría un nuevo horizonte para un futuro mejor. Sus vidas mejoraron y cambiaron y también la de sus hijos e hijas que empezaron la escuela a los seis años. Surgieron vocaciones religiosas y actualmente las Hermanas beninesas trabajan por la Iglesia y por su país, para que África sea más próspera en todos los sentidos.