FESTIVIDAD JUAN MARTIN MOYE
Fundador de las Hermanas de la Providencia para la educación de las jóvenes en los pueblos... y misionero en China... El 4 de mayo de 1.793 muere en Tréveris.
Sabor a Providencia
Que el
fuego de la mañana, con ese sol que es aliento
tenga
dentro de mi alma sabor a tu
Providencia.
Que te vea
en lo sencillo, sin hacerlo por inercia,
y te
destilen mis poros y la sangre de mis venas.
Que no se
agobie mi vía, pero que esté siempre inquieta,
por
descubrir lo infinito de la fe en tu Providencia.
Que aunque
los años se pasen y las canas a mí vengan
descubra
siempre algo nuevo de esa vida que tu encierras,
Que el
pajarillo y los lirios que tú tanto nos recuerdas
Me muevan
eternamente a buscar tu Providencia.
Haz que en
el pueblo ó en el campo, tenga mi vida una regla,
verte a Ti en cada criatura porque viva tu pobreza
Hacen falta locos tuyos, que cubran toda la tierra,
que muestren tu amor, tu paz y fe en la Providencia.
Convierte mis dudas en camino de luz
que tu riesgo sea mi seguridad
conviértenos siempre a todos nosotros
en signos vivos de tu verdad.
Convierte estas letras en camino de vida.
convierte estas normas en ley de santidad
convierte mi vida a tu Providencia
que sea para el mundo la luz y la sal.
Hazme Señor revivir la vida que te entregué,
que no tuvo otra ansia que confiar en tu fe.
Haz Señor que se renueve mi actitud de inútil siervo
que de ti lo espera todo y todo me sabe a bueno.
Multiplica mi constancia, mi perdón y mi paciencia
y así será para todos hija de la Providencia.
(Vicente Morales)
Por medio de J.M.M presentamos a Dios a toda la
Congregación de Hermanas de la Providencia,
las Fraternidades Providencia y todo el mundo
con sus dificultades y alegrías.
ORACION AL BEATO J. MARTIN MOYE
Dios todopoderoso, te
suplicamos, por la intercesión del Beato J. Martín Moye, mires con bondad la Familia de las Hermanas de
la
Providencia y nos
concedas comprender en profundidad el Carisma de nuestra Congregación y vivirlo
según el espíritu evangélico.
Señor, que las cuatro
virtudes fundamentales de sencillez,
pobreza, caridad y abandono en la Providencia sean el testimonio de nuestro
carácter específico, que inspire nuevas vocaciones generosas para continuar
nuestro apostolado en la educación de la
fe.
Te lo pedimos por tu
hijo Jesucristo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por
los siglos de los siglos. Amén.